lunes, 28 de abril de 2008

El dulce tormento. Sor Juana Inés de la Cruz. Autora

Este amoroso tormento
que en mi corazón se ve
sé que lo siento, y no sé
la causa por que lo siento.

Siento una grave agonía
por lograr un devaneo
que empieza por un deseo
y para en melancolía.

Y cuando con más terneza
mi infelíz estado lloro,
sé que estoy triste e ignoro
la causa de mi tristeza.

Siento un anhelo tirano
por la ocasión a que aspiro
y cuando cerca la miro
yo misma aparto la mano.

Siento mal del mismo bien
con receloso temor.
Y me obliga el mismo amor,
tal vez, a mostrar desdén.

Con poca causa ofendida
suelo, en mitad de mi amor,
negar un leve favor
a quien le diera la vida.

Ya sufrida, ya irritada,
en contraria pena lucho,
que por él sufriré mucho
y con él sufriré nada.

No sé en que lógica cabe
el que tal cuestión se pruebe:
que por él lo grave es leve
y sin él lo leve es grave.

Yaunque el desengaño toco,
con la misma pena lucho,
de ver que padezco mucho
padeciendo por tan poco.

En mi ciego devaneo,
bien hallada con mi engaño,
solicito desengaño
y no encontrarlo deseo.

Si alguno mis quejas oye,
más a decirlo me obliga,
porque me las contradiga,
que no porque las apoye.

Porque si con la pasión
algo contra mi amor digo,
es mi mayor enemigo
quien me concede razón.

Si acaso me contradigo
en este confuso error,
aquel que tubiera amor
entenderá lo que digo.

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