miércoles, 9 de septiembre de 2009

La más trágica historia de amor.





La historia de Doña Inés de Castro está marcada por el apasionado romance que mantuvo con el Príncipe Pedro, futuro Rey de Portugal, Pedro I, el "Justiciero


" o el "Cruel", y que terminaría con su asesinato en Coimbra en el año 1355.


Hija de Don Pedro Fernández de Castro y Doña Aldonza Suarez de Valladares, Inés nació en A Limia-Ourense, Galicia, en el año 1320. Cuando apenas contaba siete años y tras la muerte de su madre, Don Pedro la envía al Castillo de Peñafiel donde será educada junto a su prima Costanza Manuel, hija del infante Don Juan Manuel y Costanza de Aragón.


En el año 1338, tras recibir los pertinentes permisos de la Casa Real de Castilla, Costanza Manuel parte hacia Lisboa donde, en agosto de 1339, contraerá enlace con el Príncipe Pedro, hijo de Alfonso IV de Portugal.


Se dice que la belleza de Inés, que acompañaba a su prima en calidad de dama parente, cautivó al instante al joven Príncipe que la definiría como muchacha bellísima de cuerpo esbelto y cuello de garza. Al parecer, a partir de ese momento Inés y el Príncipe mantuvieron una relación secreta.


El Rey luso Alfonso IV, padre de Pedro, intervino, desterrando a Inés a Albuquerque- Extremadura, sin embargo el Príncipe incapáz de olvidarla, la visitó con insistencia. El 13 de noviembre de 1345 Costanza, esposa del Príncipe Pedro, fallecía después de dar a luz al tercero de sus hijos, el futuro heredero Fernando. Una vez viudo, ninguna razón obligaba al Príncipe Pedro a ocultar su relación con Inés, fruto de la cual nacerían Joao, Alfonso, fallecido prematuramente, Dionis y Beatriz.


El Rey cada vez más preocupado por la situación y el futuro de su nieto legítimo Fernando, se reunió con algunos de sus nobles el 7 de enero de 1355 en Montemoro-Velho, y estos le aconsejaron que debía quitar la vida a Doña Inés.


Parece ser que los principales instigadores fueron tres señores, enemigos de los Castro, llamados Alonso Gonzálvez, Pedro Coelho y Diego López Pacheco. A pesar de sus dudas, un dia que el infante Pedro había organizado una cacería, el Monarca se dirigió secretamente al Monasterio de Santa Clara, próximo a la "Quinta das Lágrimas" en Coimbra. Conocedora Doña Inés de las intenciones del Rey, se rodeó de sus hijos y salió a esperarlo, logrando su compasión con lágrimas y súplicas, sin embargo algunos de los caballeros que le acompañaban, entre ellos Gonzálvez, Coelho y López Pacheco, le rogaron que les enviase a matar a Doña Inés, y no debió oponerse el Rey, puesto que los dichos caballeros entraron donde estaba Doña Inés y la mataron a puñaladas en presencia de sus hijos.


Al conocer los hechos, Pedro reunió a sus leales y declaró la guerra a su padre, sitió la ciudad de Oporto y durante meses el clima de guerra invadió Portugal. En agosto del mismo año padre e hijo firmaron un tratado de paz que se prolongaría hasta la muerte de Alfonso IV, dos años más tarde. Don Pedro fue coronado como Rey y se le conocería como Pedro I, el Cruel, o el Justiciero.


Mientras los asesinos de Doña Inés permanecían refugiados en Castilla, donde se habían exiliado aconsejados por Alfonso IV, Don Pedro I preparaba su venganza y asi, después de solicitar a la corona castellana su extradición, dio a conocer que antes de la muerte de Doña Inés y en secreto, habían santificado su unión ante el obispo de Guarda y de algunos servidores y que por tanto ella era la Reina legítima de los portugueses.


El Rey castellano, también llamado Pedro I, el cruel, accedió a la petición del Rey portugués devolvió a dos de los asesinos, ya que el tercero, Diego López Pacheco, había conseguido escapar y su pista se perdía en la Corte Papal de Aviñon. Alonso Gonzálvez y Pedro Coelho expiaron de un modo terrible su crimen.


Doña Inés fue declarada Reina de Portugal después de muerta, fueron suntuosos los funerales que se le hicieron; su cuerpo fue depositado en el Monasterio de Alcobaça, en una tumba de mármol blanco.
Doña Inés de Castro, ha sido inspiración de innumerables artistas, poetas, escritores y compositores, comenzando por Luis Vaz de Camôes, que narró su muerte en Os Lusíadas, Lópe de Vega, Luis Vélez de Guevara, Alejandro Casona, María Pilar Queralt del Hierro y muchos más. Tomás Giribaldi, compositor uruguayo, escribió una opera en el año 1905, basada en la trágica historia.
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viernes, 4 de septiembre de 2009

Ivan Rebroff in Memoriam -- Kalinka Malinka


"Kalinka" Es una conocida canción rusa. Ha sido confundida como una genuina canción folklórica, pero realmente fue escrita en el año 1860 por el compositor Iván Petróvich Lariónov (1830-1889), siendo interpretada por primera vez en Saratóv como parte de una obra teatral que él había compuesto. Pronto fue añadida al repertorio de un grupo coral folclórico.

martes, 25 de agosto de 2009

ivan rebroff - rise, rise my star

Iván Rebroff. Datos biográficos.



Hans-Rolf Rippert nació en la ciudad de Berlín el 31 de julio de 1931. Sería iniciado en el canto por su madre, de nacionalidad rusa. A comienzos de la década de los cincuenta realizaría estudios musicales en Hamburgo, adoptando entonces el pseudónimo de Iván Rebroff, dejándose una poblada barba y tocándose con el sombrero de piel típicamente cosaco. En 1968 alcanzaría reconocimiento internacinal gracias a su participación en la comedia musical "El violinista en el tejado", que por entonces se representaba en París, destacando especialmente su interpretación de la canción "Si yo fuera rico". Aunque el primero de sus importantes papeles líricos fue el de Don Basilio de El barbero de Sevilla. El gran público lo conocería como interprete de temas populares rusos, como "Kalinka", "Ojos negros", o "Noches de Moscú". Rebroff daría su último concierto el 9 de diciembre del 2007 en Viena, decidiendo poco después retirarse por motivos de salud. Falleció el 27 de febrero del 2008.

lunes, 24 de agosto de 2009

Ivan Rebroff sings Wutend Waltzt Sich Einst Im Bette-1968

Ivan Rebroff.


Ivan Rebroff: célebre intérprete de arias y canciones tradicionales rusas. Barítono-bajo, alemán de origen ruso, que alcanzaría la fama en la década del setenta con la interpretación de "Kalinka", disponía de un amplísimo registro vocal de cuatro octavas y media.

domingo, 2 de agosto de 2009

viernes, 31 de julio de 2009

"Don Paco."














Todavía en esta primera etapa, Goya se ocupa más de las francachelas nocturnas en las tascas madrileñas y de las majas resabidas y descaradas que de cuidar de su reputación profesional y apenas pinta algunos encargos que le vienen de sus amigos los Bayeu, tres hermanos pintores, Ramón, Manuel y Francisco, este último su inseparable compañero y protector, doce años mayor que él. También hermana de éstos era Josefa, con la que contrajo matrimonio en Madrid en junio de 1773, año decisivo en la vida del pintor porque en él se inaugura un nuevo período de mayor solidez y originalidad.
Poco tiempo después algo más responsable con su trabajo, asiduo de la tertulia de los neoclásicos, presidida por Leandro Fernández de Moratín y en la que concurrían los más grandes y afrancesados ingenios de su generación, obtuvo el encargo de diseñar cartones para la Real Fábrica de Tapices de Madrid, género donde pudo desenvolverse con relativa libertad, hasta el punto de que las 63 composiciones de este tipo realizadas entre 1775 y 1792 constituyen lo más sugestivo de su producción de aquellos años.Tal vez el primero que llevó a cabo sea el conocido como "Merienda a orillas del Manzanares", con un tema original y popular que anuncia una serie de cuadros vivos, graciosos y realistas: "La riña en la Venta Nueva", "El Columpio", "El quitasol" y, sobre todo, allá por el año 1786, "El albañil herido". Este último, de formato muy estrecho y alto, condición impuesta por razones de decorativas, representa a dos albañiles que trasladan a un compañero lastimado, probablemente tras la caída de un andamio.
Hacia 1776, Goya recibe un salario de 8.000 reales por su trabajo para la Real Fábrica de Tapices. Reside en el número 12 de la madrileña calle del Espejo y tiene dos hijos; el primero Eusebio Ramón, y el otro Vicente Anastasio. En abril de 1977 es víctima de una grave enfermedad que a punto está de acabar con su vida, pero se recupera felizmente y pronto recibe encargos del propio príncipe, el futuro Carlos IV.
En 1778 se hacen públicos los aguafuertes realizados por el artista copiando cuadros de Velázquez, pintor al que ha estudiado minuciosamente en la Colección Real y de quien tomará algunos de sus asombrosos recursos y de sus memorables colores en obras futuras. Al año siguiente solicita sin éxito el puesto de primer pintor de cámara, cargo que finalmente es concedido a un artista diez años mayor que él, Mariano Salvador Maella. En 1780, cuando Josefa concibe un nuevo hijo de Goya, Francisco de Paula Antonio Benito, ingresa en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con el cuadro "Cristo en la cruz", que en la actualidad guarda el Museo del Prado de Madrid, y conoce al mayor valedor de la España ilustrda de entonces, Gaspar Melchor de Jovellanos, con quien lo unirá una estrecha amistad hasta la muerte de este último en 1811.
El 2 de diciembre de 1784 nace el único hijo que sobrevivirá, Francisco Javier, y el 18 de marzo del año siguiente es nombrado subdirector de Pintura de la Academia de San Fernando. Por fin, el 25 de junio de 1786, Goya y Ramón Bayeu obtienen el título de pintores del Rey con un interesante salario de 15000 reales al mes.
A sus cuarenta años, el que ahora es conocido en todo Madrid como Don Paco se ha convertido en un consumado retratista, y se han abierto para él todas las puertas de los palacios y algunas , más secretas, de las alcobas de sus ricas moradoras, como la duquesa Cayetana, la de Alba, por la que experimenta una fogosa devoción. Impenitente aficionado a los toros, se siente halagado cuando los más descollantes matadores, Pedro Romero, Pepe-Hillo y otros, le brindan sus faenas, y aún más feliz cuando el 25 de abril de 1789 se ve favorcido con el nombramiento de pintor de cámara de los Reyes Carlos IV y Doña María Luisa. Pero poco tiempo después, en el invierno de 1792, cae gravemente enfermo en Sevilla, sufre lo indecible durante aquel año y queda sordo de por vida. Desde los años de infancia, en las Escuelas Pías de Zaragoza, por donde Goya pasó sin pena ni gloria, une al pintor una entrañable amistad, que durará hasta la muerte, con Martín Zapater, a quien a menudo escribe cartas donde deja constancia de pormenores de su economía y de otros temas personales y privados. Así, en epístola fechada en Madrid el 2 de agosto de 1794, menciona, bien que pudorosamente, la más juguetona y ardorosa de sus relaciones sentimentales: "Más te balia benirme a ayudar a pintar a la de Alba, que ayer se me metió en el estudio a que le pintarea la cara, y se salió con ello; por cierto que me gusta más pintar en lienzo, que también la he de retratar de cuerpo entero..."
El 9 de junio de 1796 muere el Duque de Alba, y en esa misma primavera Goya se traslada a Sanlúcar de Barrameda con la duquesa de Alba, con quien pasa el verano, y allí regresa de nuevo en febrero de 1797. Durante este tiempo realiza el llamado Album A, con dibujos de la vida cotidiana, donde se identifica a menudo retratos de la graciosa doña Cayetana. Así mismo, la magnánima duquesa firma un testamento por el cual Javier, el hijo del artista, recibirá de por vida un total de diez reales al día.
De estos hechos arranca la leyenda de que las famosísimas majas de Goya, la vestida y la desnuda, condenadas por la Inquisición como obscenas tras reclamar amenazadoramente la comparecencia del pintor ante el Tribunal, fueran retratos de la descocada y maliciosa doña Cayetana, aunque lo que es casi seguro es que los lienzos fueron pintados por aquellos años.
También se ha supuesto, con grandes probabilidades de que sea cierto, que ambos cuadros estuvieran dispuestos como anverso y reverso del mismo bastidor, de modo que podía mostrarse, en ocasiones, la pintura más decente, y en otras, como volviendo la página, enseñar la desnudez deslumbrante de la misma modelo, picardía que era muy común en Francia por aquel tiempo en los ambientes ilustrados y libertinos. Las obras se hallaron, sea como fuere, en 1808 en la colección del favorito Godoy; eran conocidas por el nombre de "gitanas", pero el misterio de las mismas no estriba sólo en la comprometedora posibilidad de que la duquesa se prestase a aparecer ante el pintor enamorado con sus relucientes carnes sin cubrir y la sonrisa picarona, sino en las sutiles coincidencias y divergencias entre ambas. De hecho, la maja vestida da pábulo a una mayor morbosidad por parte del espectador, tanto por la provocativa pose de la mujer como por los ceñidos y leves ropajes que recortan su silueta sinuosa, explosiva en senos y caderas y reticente en la cintura, mientras que, por el contrario, la piel nacarada de la maja desnuda se revela fría, académica y sin esa chispa de deliciosa vivacidad que la otra derrocha.
"Los caprichos del sordo."
Un nuevo misterio entraña la inexplicable retirada de la venta, por el propio Goya, de una serie maravillosa y originalísima de ochenta aguafuertes titulada "Los caprichos," que pudieron adquirirse durante unos pocos meses en la calle del Desengaño Nº 1, en una perfumería ubicada en la misma casa donde vivía el pintor. Su contenido satírico, irreverente y audaz no debió de gustar en absoluto a los celosos inquisidores y probablemente Goya se adelantó a un proceso que hubiera traído peores consecuencias después de que el hecho fuera denunciado al Santo Tribunal. De este episodio sacó el aragonés una renovada antipatía hacia los mantenedores de las viejas supersticiones y censuras y, naturalmente, una mayor prudencia cara al futuro, entregándose desde entonces a estos libres e inspirados ejercicios de dibujo según le venía en gana pero reservándose para su coleto y para un grupo selecto de allegados los más de ellos. Mientras, Goya va ganando tanto en popularidad como en el favor de los monarcas, hasta el punto de que puede escribir con sobrado orgullo a su infatigable corresponsal Zapater: "Los reyes están locos por tu amigo"; y en 1799, su sueldo como primer pintor de cámara asciende ya a 50.000 reales más cincuenta ducados para gastos de mantenimiento. En 1805, después de haber sufrido dos duros golpes con los fallecimientos de la joven duquesa de Alba y de su muy querido Zapater, se casa su hijo Javier, y en la boda conoce Goya a la que será su amante de los últimos años: Leocadia Zorrilla de Weiss.
" Los Horrores de la guerra."
El 3 de mayo de 1808, al día siguiente de la insurrección popular madrileña contra el invasor francés, el pintor se echa a la calle, no para combatir con la espada o la bayoneta, pues tiene más de sesenta años y en su derredor bullen las algarabías sin que él pueda oír nada, sino para mirar insaciablemente lo que ocurre. Con lo visto pintará uno de los más patéticos cuadros de historia que se hayan realizado jamás, el lienzo titulado "Los fusilamientos del 3 de mayo en la montaña del Príncipe Pío de Madrid."La solución plástica a esta escena es impresionante: los soldados encargados de la ejecución aparecen como una máquina despersonalizada, inexorable, de espaldas, sin rostros, en perfecta formación, mientras que las víctimas constituyen un agitado y desgarrador grupo, con rostros dislocados, con ojos de espanto o cuerpos yertos en retorcido escorzo sobre la arena encharcada de sangre. Un enorme farol ilumina violentamente una figura blanca y amarilla, arrodillada y con un gesto de desafiante resignación: es la figura de un hombre que está a punto de morir. Durante la llamada querra de la Independencia, Goya irá reuniendo un conjunto inigualado de estampas que reflejan en todo su absurdo horror la sañuda criminalidad de la contienda. Son los llamados "Desastres de la guerra", cuyo valor no radica exclusivamente en ser reflejo de unos acontecimientos atroces sino que alcanza un grado de universalidad asombroso y trasciende lo anecdótico de una época para convertirse en ejemplo y símbolo, en auténtico revulsivo, de la más cruel de las prácticas humanas.
El pesimismo goyesco irá acrecentandose a partir de entonces. En 1812, muere su esposa, Josefa Bayeu, entre 1816 y 1818 publica sus famosas series de grabados " Tauromaquia" y los "Disparates"; en 1819 decora con profusión de monstruos y sórdidas tintas una villa que ha adquirido por 60.000 reales a orillas del Manzanares, conocida después como la Quinta del Sordo: son las "pinturas negras", plasmación de un infierno aterrante, visión de un mundo odioso y enloquecido; en el invierno de 1819 cae gravemente enfermo pero es salvado in extremis por su amigo el Doctor Arrieta; en 1823, tras la invasión del ejercito francés - los Cien Mil Hijos de San Luis-, venido para derrocar el gobierno liberal, se ve condenado a esconderse y al año siguiente escapa a Burdeos refugiándose en casa de su amigo Moratín.
Entre tantos avatares y arrastrando una grave y dolorosa enfermedad, Goya siguió pintando aun cuando le fallaran hasta el pulso, y murió en Burdeos hacia las dos de la madrugada del 16 de abril de 1828, a los ochenta y dos años de edad.
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domingo, 26 de julio de 2009

"Un pintor de mi invención."











Afincada la familia de Goya en la capital zaragozana, entró el joven Francisco a aprender el oficio de pintor en el taller del rutinario José Luzán, donde estubo cuatro años copiando estampas hasta que se decidió establecerse por su cuenta y, según escribió más tarde él mismo, "pintar de mi invención." A medida que fueron transcurriendo los años de su longeva vida, este "pintar de mi invención" se hizo más verdadero y más acentuado, pues sin desatender los bien remunerados encargos que le permitieron una existencia desahogada, Goya dibujó e hizo imprimir series de imágenes insólitas y caprichosas, cuyo sentido último, a menudo ambiguo, corresponde a una fantasía personalísima y a un compromiso ideológico, afín a los principios de la Ilustración, que fueron motores de una incansable sátira de las costumbres de su tiempo.
Pero todavía antes de su viaje a Italia en 1771 su arte es balbuciente y tan poco académico que no obtiene ningún respaldo ni éxito alguno; incluso fracasó estrepitosamente en los dos concursos convocados por la Academia de San Fernando en 1763 y 1769. Las composiciones de sus pinturas se inspiraban, a través de los grabados que tenía a su alcance, en viejos maestros como Vouet, Maratta o Correggio, pero a su vuelta de Roma, escala obligada para el aprendizaje de todo artista, sufrirá una interesántisima evolución ya presente en el fresco del Pilar de Zaragoza titulado "La gloria del nombre de Dios."
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miércoles, 22 de julio de 2009

Autorretrato.


Francisco de Goya y Lucientes realizó este autorretrato, perteneciente a la colección del Conde Villagonzalo, en 1785. La extraordinaria sensibilidad de este pintor le permitió exponer, a través de la implacable mirada con que observó la realidad de su época, la naturaleza y esencia del hombre, así como los elementos de la visión y el pensamiento de la pintura moderna.

martes, 21 de julio de 2009

Goya, pintor de luces y sombras

Francisco de Goya y Lucientes. (1746-1828)


Nadie fue más sordo que Goya al siglo XIX,
pese a haber cumplido en él casi tres décadas y haber sobrevivido a sus feroces guerras. Se quedó sordo de verdad cuando amanecía la centuria, pero no ciego. Y a fuerza de mirar a su aire se convirtió en un visionario. Ese hombre cabal, lúcido y baturro gestó las pesadillas que creemos tan nuestras afincado en un Versalles provinciano y en una Ilustración de pueblo. La dieciochesca, y acanallada España que le tocó vivir le valió para todo y para nada. Su tozudez y brio fueron su patrimonio: con tales alforjas saltó desde su infancia hasta la infancia de las vanguardias, que en el siglo XX lo reivindicaron como maestro. Nadie se explica aún ese raro fenómeno: fue un pintor y un profeta solitario venido desde antiguo hasta ahora mismo sin pasar por la Historia.

domingo, 12 de julio de 2009

Y yo que estoy loca.

Llora, llora corazón, que las lagrimas
laven el dolor de la espera eterna,

Una rosa roja, un arbol sin hojas,
una inmensa angustia, y yo que estoy loca.

Lloverán estrellas de colores, transformadas
en gotas de rocio, mojarán mi alma,
y crecerán esperanzas, que llenarán el vacio.
Reiré, cantaré, bailaré como demente...

Una rosa roja, un arbol sin hojas,
una inmensa angustia y yo que estoy loca.

Correrán rios de sueños perdidos, ilusiones truncas,
flotará mi alma, se ahogará mi angustia.

Una rosa roja, un arbol sin hojas,
una esperanza inmensa y yo que estoy loca.


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Derechos protegidos.

miércoles, 8 de julio de 2009

Con el carisma y el poder espiritual de un profeta, Gandhi propuso un ideario basado en la "fuerza de la verdad" y en el ejercicio de la no violencia para alcanzar la liberación de su país. El poeta Rabindranath Tagore, (en la foto junto a Gandhi) fue quien le aplicó el calificativo de Mahatma. "Alma Grande."

domingo, 28 de junio de 2009

Mohandas Gandhi. 1869 - 1948

" Ha demostrado que se puede reunir un poderoso séquito humano, no sólo mediante el juego astuto de las habituales maniobras y trampas políticas, sino también con el ejemplo convincente de una vida moralmente superior.Quizas las generaciones venideras duden alguna vez de que un hombre semejante fuese una realidad de carne y hueso en este mundo."Fue el padre de la teoría de la relatividad, Albert Einsten, quien expresó la admiración que le producía la figura de Gandhi con estas acertadas palabras.
Ciertamente, si bien Gandhi no fue el fundador de ninguna religión, el ascendiente que ejerció sobre sus contemporáneos tuvo un carácter moral y casi religioso, una dimensión espiritual que sólo encontramos en los antiguos profetas, a los cuales igualó en carisma y poder de convocatoria. En este sentido, el papel de Gandhi en la historia del siglo XX no sólo se circunscribe a su influencia en el proceso de independencia de laIndia o a su testimonio como pacifista, sino que su ascetismo y su idealismo práctico marcaron un hito en un mundo caracterizado por la crisis de los valores del espiritu. Aunque fue sólo un hombre deseoso de perfeccionarse a si mismo y a sus semejantes, Gandhi acabó siendo venerado y secundado como un santo, y un fanático lo convirtió en mártir al disparar sobre su cuerpo escuálido, semidesnudo e inerme.
El origen de ese ideal de perfeccionamieto que Gandhi persiguió durante toda su vida se encuentra, sin duda, en las creencias de sus padres, pertenecientes a la secta visnuita y a la vez respetuosos de los principios del jainismo. Para los adoradores de Visnú, el dios benevolente y místico del hinduismo, la fuerza espiritual de un hombre depende de su ascetismo, de la pureza de su corazón y de su capacidad para perdonar las injurias y autodisciplinarse; en cuanto al jainismo, doctrina fundada por Vardhamana Mahavira, se asienta en cinco preceptos fundamentales: no hacer daño a ningún ser vivo, decir siempre la verdad, no apropiarse de nada ajeno, permanecer despegado de los bienes materiales y ser casto.Este ideario debió de calar muy hondo en la conciencia del niño Mohandas Karamchand, el benjamín de la familia Gandhi, nacido en Porbandar, en la región india de Gujarat, el 2 de octubre de 1869. KaramchandGandhi, su padre, era un abogado de cierto renombre casado cuatro veces; su última esposa, Pulitbai, fue la madre de Mohandas.
La infancia y la primera adolescencia de Mohandas transcurrieron caracterizadas por tres hechos: la veneración que sentía hacia sus padres, la mediocridad con que sacó adelante sus estudios y lo apocado de su carácter.Contaba trece años cuando, según los usos y tradiciones del país, se llevó a cabo la ceremonia de su matrimonio, concetado seis años antes, con Kasturbai Makanji, que tenía su misma edad. Con el paso del tiempo, Kasturbai se transformó en una mujer sencilla, tenaz y reservada, quien siempre en la sombra, nunca dejaría de ser el más firme apoyo para su marido en los momentos difíciles.
En 1887 Gandhi aprobó en Ahmadabad, capital de Gujarat, el examen que le abría la puerta de los estudios superiore y de la universidad. Se había convertido en un alumno aplicado y sus preferencias se inclinaron hacia la Medicina, pero era preciso contar con la opinión de sus familiares. Todos le dieron a entender que un visnuita como él no podía ejercer una profesión en la que se practicaba la disección y se infligía dolor a seres vivos, aunque fuera para sanarlos. Puesto que el padre de Gandhi acababa de morir, lo mejor era honrar su memoria siguiendo sus huellas; debía estudiar abogacía, y la forma más rápida y eficaz de hacerlo era ir a Inglaterra.
En Londres, Gandhi se propuso metamorfosearse en un verdadero" gentlemand ingles". Encargó varios trajes, adquirió un costoso sombrero de copa, aprendió a hacerse el nudo de la corbata y para que no sólo su aspecto y su indumentaria fuesen adecuados, quiso refinar también su comportamiento tomando clases de baile y de dicción. Pero lo más importante de la época pasada en la metrópoli no fue este empeño más o menos ridículo, ni siquiera su paso por la universidad, sino el descubrimiento de dos libros que con el tiempollegarían a ser la base de sus concepciones religiosas y de sus metas espirituales: el Bhagavadgita y la Biblia.
Gandhi leyó el Bhagavadgita por primera vez a los veinte años, experimentando cierto sentimiento de vergüenza por hacerlo tardíamente y en el extranjero. Este libro, que es para el hindú lo que el Antiguo Testamento para los judios o el Corán para los musulmanes, forma parte del poema épico titulado Mahabharata y contiene un diálogo teológico-filosófico entre el dios Krisna y el héroe Arjuna. En él, Gandhi encontró formulados muchos de los problemas morales que le preocupaban, y se impregnó del espíritu de lucha que emanaba de sus páginas.
Del mismo modo le fascinaron ciertos pasajes bíblicos del Nuevo Testamento, en especial unas frases del Semón de la Montaña que guardaría siempre en su memoria: "Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os abrrecen; a quien te hiere en una mejilla,preséntale también la otra, y a quien te quitare la capa, ofrécele la túnica."
El 10 de junio de 1891 Gandhi conseguía el título de abogado y dos días después se embarcaba para su patria. De regreso en la India se dispuso a ejercer su profesión y lo intentó en Bombay y Rajkot, pero su desconocimiento del derecho Hindú y su proverbial timidez, que le impedía hablar en público durante los juicios, determinaron el fracaso de la empresa. Sin embargo, descubrió que poseía una capacidad poco común para redactar por escrito todo tipo de solicitudes y dictámenes referentes a cuestiones legales, así que cuando la firma Daba Abdulla & Co. pidió un consultor jurídico para su delegación en África del Sur, Gandhi se presentó sin dudarlo un momento.
En África del Sur, las tensiones entre colonos ingleses y holandeses (bóers) estaban a punto de desembocar en una guerra civil. En medio de este clima, Gandhi fue testigo de la discriminación racial que pesaba sobre sus compatriotas y, al tiempo que se ganaba la vida practicando la abogacía, comenzó a desarrollar una intensa actividad pública tendiente a defender los intereses de la comunidad india.Esto le llevó a fundar en 1894 el partido Natal Indian Congress y a convertirse en el principal dirigente político de los inmigrados Hindúes. Cuando cinco años más tarde estalló la guerra entre bóers e ingleses, Gandhi se comprometió con éstos y organizó un cuerpo de ambulancias atendido por voluntarios hindúes. Por aquel entonces todavía consideraba al Imperio Británico como una institución providencial y protectora, y por consiguiente se puso a su disposición con total lealtad y entrega. Esta actitud se manifestaba en su atuendo y en su modo de vida: vestía a la moda europea, residía en un distrito elegante de Durban y tenía unos ingresos profesionales de cinco mil libras anuales. Del mismo modo que en Londres había descubierto el Bhagavadgita y la Biblia, a lo largo de su estancia en África del Sur Gandhi leyó una serie de textos que lo conmovieron profundamente y lo ayudaron a perfilar los métodos más importantes de su lucha posterior. Fueron influencias tales como la valoración del trabajo manual propugnada por el crítico de arte, escritor y reformador social inglés John Ruskin; la idea de la desobediencia civil defendida por Henry David Thoreau, pensador estadounidense que rechazaba la dependencia del individuo de cualquier institución, o el pacifismo anarquizante del escritor ruso León Tolstoi, hacia el que Gandhi profesó siempre una gran admiración, las que le impulsaron a reflexionar sobre una nueva visión de las doctrinas y el modo de vida propuestos por el hinduismo. El resultado fue un corpus de pensamiento que fundía las ideas de estos reformistas occidentales con algunos principios del misticismo hinduista y visnuita, un mensaje a la vez social y religioso basado en dos pilares fundamentales: la "satyagraha" o "fuerza de la verdad", base de la resistencia pasiva, entendida ésta no en sentido negativo sino como despliegue del impulso espiritual de quien sitúa la búsqueda de la verdad por encima de cualquier otra circunstancia; y la "ahimsa" o no violencia, que impide responder al mal con mal y constituye el medio más adecuado para encauzar la "satyagraha".
Gandhi concibió esta síntesis de principios en torno a 1906 e inmediatamente empezó a ponerlos en práctica contra la legislación discriminatoria de Africa del Sur: cuando un decreto exigió la inscripción obligatoria de todos los asiáticos en un registro especial, para lo que era preciso tomar a cada uno las huellas dactilares de los diez dedos, el joven abogado Mohandas llamó a la resistencia pasiva.No tardaría en ser encarcelado junto con ciento cincuenta compañeros de su movimiento de resistencia: daba comienzo su lucha y también su interminable peregrinar por las cárceles del Imperio Británico.
La realización plena de su ideario requería también una práctica colectiva. Por ello, en 1910 abandonó su actividad como abogado, hizo un voto solemne de renuncia a toda propiedad privada y creó una comunidad autosuficiente en una granja cercana a Durban a la que llamó Granja Tolstoi. Todos los miembros aportaban su trabajo para lograr la independencia económica y se comprometían a reducir al mínimo las exigencias de alimentación y vestuario, practicando a rajatabla el riguroso principio de que todo cuanto uno no puede realizar con sus propias manos es superfluo. Al igual que el trabajo diario en los campos, también era obligatoria la participación en los actos religiosos que respondían a las creencias particulares de cada uno de los integrantes de la comunidad.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Gandhi regresó a la India dispuesto a poner en práctica sus ideas en su propio país y luchar sin descanso para encontrar modos de actuación que hicieran posible un cambio de costumbres en sus compatriotas. Precedido por su bien ganada fama de dirigente, las masas le tributaron un caluroso recibimiento y el poeta Rabindranath Tagore le aplicó por primera vez el calificativo de Mahatma (Alma Grande). Se había convertido en un karmayogi, un hombre que busca sin descanso la autorrealización actuando de modo absolutamente desinteresado y sirviendo de guía a quienes lo rodean, y el 20 de mayo de 1915 fundó en Ahmadabad el Sabarmati-Ashram una comunidad similar a la de la Granja Tolstoi, desde la cual irradió su influencia por todo el país. Su modo de vida y su vestimenta pasaron a ser estrictamente hindúes y sus necesidades se redujeron a lo imprescindible.
Bajo la dirección y el ejemplo de Gandhi comenzó para la India un período de transformación sin precedentes. En sus palabras y escritos, el Mahatma comenzó a fustigar el imperialismo británico, al que consideraba ya como un sistema satánico. Su antigua opinión de que Inglaterra favorecía la prosperidad mundial se había deslizado al polo opuesto al encontrarse de nuevo ante la miseria y la opresión política que sufría su pueblo. El Mahatma estaba convencido de que era preciso rechazar la civilización material de Occidente para volver a las costumbres tradicionales, de las cuales la más simbólica era la propia indumentaria. Tras la Primera Guerra Mundial, los británicos reafirmaron su propósito de mantener el dominio sobre la India, y Gandhi, aunque no era exactamente un político, decidió hacer suyas las aspiracione de los nacionalistas, aglutinados en el Partido del Congreso, y lanzó su primera campaña de desobediencia civil en 1919, en respuesta a una disposición británica que perpetuaba el estado de excepción establecido durante la guerra. Se trataba de una combinación de "satyagraha y ahimsa" manifestada en una actitud de no cooperación en la vida pública, de negativa a pagar los impuestos y de boicot a los productos británicos, sin recurrir a la violencia. A esta primera acción siguieron otras muchas.Gracias a la fuerza de atracción que le proporcionaban su desdén por los bienes materiales, su espíritu de sacrificio y el empuje de su sentimiento religioso, Gandhi despertó a las masas populares y empezó a ser venerado por millones de hombres y mujeres en toda la India.
Después de una de sus campañas de desobediencia, en 1922 fue juzgado y condenado a seis años de carcel, pero por razones de salud salió en libertad y pasó a ocupar la presidencia del Partido del Congreso, la organización política que dirigía la lucha contra los británicos.
Tras la famosa "marcha de la sal", en la que Gandhi fue seguido por la multitud hasta el mar para alli coger con sus manos un puñado de sal y de este modo romper simbólicamente el monopolio colonial sobre una de las principales riquezas de la India, el Mahatma empezó a ser reconocido como interlocutor válido por la metrópoli. A pasar de que esta acción le supuso una nueva estancia en la carcel, Gandhi obtuvo permiso para participar en 1931 en la segunda "Round Table Conference" (Conferencia en Mesa Redonda) sobre la independencia de la India, celebrada en Londres en 1931. Pero la reunión fue un fracaso y Gandhi fue detenido de nuevo a su regreso. A partir de ese momento comenzó una serie de durísimos ayunos para protestar por el tratamiento político que se infligía a los intocables o parias, el grupo de los sin casta considerados impuros por la comunidad hindú. Esta nueva lucha fue coronada por el éxito al firmarse el pacto de Yeravda entre intocables e hindúes el 26 de setiembre de 1932; los parias no volverían a ser discriminados en las cuestiones electorales, aunque todavía hoy siguen siendo marginados en la vida cotidiana por las castas superiores.
Al dar comienzo la Segunda Guerra Mundial en 1939, muchos pensaron que Gran Bretaña reconocería a la India como nación libre e independiente. Pero al contrario, las autoridades inglesas decidieron incluir al país en los preparativos bélicos sin consultar previamente con los líderes nacionalistas, lo que obligó al Partido del Congreso a radicalizar su actitud. Gandhi, que en setiembre de ese año había dirigido una conmovedora carta a Hitler pidiéndole que siguiera los senderos de la paz, se sumó a las protestas y encabezó una campaña final de desobediencia, llamando al boicot de las actividades preparatorias de la guerra y exigiendo la completa independencia de su país.
En agosto de 1942 fue encarcelado con su esposa Kasturbai y otros dirigentes del Partido del Congreso, y se dispuso a realizar un ayuno que duró veintiún dias. Kasturbai murió en prisión en 1943 y él fue puesto en libertad al año siguiente; el Mahatma no volvería nunca más a una celda británica, pero había pasado en ellas, durante toda su vida, un total de 2.338 días.
Al concluir la contienda, Gandhi se opuso tenazmente al proyecto inglés de dividir el subcontinente en dos Estados, India y Pakistán, que acogiesen a las dos comunidades hindú y musulmana, pero no pudo evitar que estallasen violentos disturbios y enfrentamientos entre ambos grupos religiosos. Por ello, cuando el primer ministro ingés Clement Attlee anunció la división de las Indias Británicas en dos países, Gandhi experimentó una de las decepciones más tristes de su vida, pues siempre había luchado por una India unida que acogiese en su seno a todas las confesiones y sectas.
El 30 de enero de 1948 Gandhi se encontraba en Nueva Delhi. Durante todo el día había conversado con el jefe del primer gobierno de la India independiente, su amigo Jawaharlal Nehru, y con su segundo de a bordo, Vallabhbhai Patel. A pesar de las diferencias políticas y religiosas que les separaban del Mahatma, ambos lo consideraban el guia espiritual y la verdadera encarnación del pueblo indio. Tras cenar un plato de verduras cocidas y un puding de frutas con jengibre, limon y alcíbar, Gandhi se dirigió a orar al jardín de la Birla House, donde se hallaba alojado, apoyándose en dos de sus seguidores. En el pequeño jardín había congregadas unas quinientas personas, y entre ellas se encontraba Hathuram Godse, un fanático afiliado a un grupo radical que proclamaba la superioridad del hinduismo y que consideraba al Mahatma un traidor por haber apoyado la integración de los musulmanes. Mientras las gentes abrían paso a Gandhi, Godse salió a su encuentro y desde muy cerca le disparó tres tiros a quemarropa. La sonrisa de Gandhi se transformó en un gesto de dolor, pero antes de morir aún tuvo tiempo de invocar a Rama (Dios) y bendecir a su asesino. Poco después, Nehru resumía la consternación de todo el país con estas palabras:"La luz que iluminaba nuestras vidas se ha extinguido."

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martes, 5 de mayo de 2009

Jessye Norman.

Su majestuosa voz, junto con su alegría interpretativa y la espontánea pasión mostrada en recitales, óperas y actuaciones con orquestas sifónicas y formaciones de cámara de todo el mundo siguen alimentando su leyenda.
Jessye Norman es una de esas cantantes que no se limitan a seguir los pasos de los demás, sino que ocupa su propio lugar en la historia del canto.
Cabe recordar que su primer disco de jazz lanzado al mercado fue "Jessye Norman sings Legrand". En los últimos tiempos ha interpretado la música de Duke Ellington en el Menuhin Festival de Gstaad y en febrero de 2006 recibió en los 48 años de historia de los premios Grammy el premio especial a toda su trayectoria en el apartado de música clásica.
Reconocida en todo el mundo por la inmensidad de su voz como una de las sopranos más importantes de estos últimos tiempos Jessye Norman ha recibido más de treinta doctorados honoríficos de universidades, medallas y distinciones de gobiernos de todo el mundo, siendo nombrada en 1990 como embajadora de honor de las Naciones Unidas. En Augusta, Georgia, su pueblo natal, el anfiteatro y la plaza que cubre el tranquilo rio Savannah llevan su nombre.

viernes, 10 de abril de 2009

Jessye Norman.

Soprano estadounidense, considerada una de las principales cantantes de
opera y de lied de la postguerra.
Nació en Augusta, Georgia, el 15 de setiembre de 1945, en el seno de una
familia con aficiones musicales. Estudió en la Universidad Howard, en el
Conservatorio Peabody y la Universidad de Michigan, antes de iniciar una carrera que la catapultaría a la fama.
Jessye Norman, con una voz potente y profunda, un timbre muy rico y
una amplia tesitura dinámica, destaca en las actuaciones por su intenso compromiso emocional y su grandiosa presencia en escena.

sábado, 4 de abril de 2009

Congoja. Rafael Ruiz Carrillo. Autor.

Cuando la triste soledad conversa
con un recuerdo viejo, ya perdido,
el alma se acongoja con tal fuerza
que vuelve a renacer lo ya vivido.

Tristes acuden así de tal manera
escenas viejas. Felices, pero idas.
Presente oscuro de la propia vida.
Como eclipse de sol en primavera.

La congoja es la sombra que estremece
la realidad. Que al conversar abruma.
Juntas están. Como en la margen crece
el musgo salpicado entre la espuma.

Es fuego ardiente que produce frío,
es lazo interno que aprisiona el pecho,
es añorar soñando hacia el vacío,
queriendo rehacer lo que está hecho.

Es precipicio de mi propia sombra
que se proyecta triste en el ocaso,
donde el silencio de la muerte asombra
al marchitar las huellas de mi paso.

Y mientras más feliz fue lo vivido,
el conversar se torna más sombrío:
es más triste el recuerdo más querido
y es más extraño lo que fue más mío.

miércoles, 1 de abril de 2009

Probervio Arabe.

Pisarás el umbral del bienestar, cuando empieces a sentirte satisfecho con apenas nada.

lunes, 30 de marzo de 2009

Toma um sorriso. Mahatma Gandhi.

Toma um sorriso, oferece-o a quem nunca o teve.
Toma um raio de sol, fá-lo voar além onde reina a noite.
Descobre uma fonte, faz banhar a quem vive no barro.
Toma uma lágrima, pôe-na no rostro de quem nunca chorou.
Toma a coragem, pôe-na no ánimo de quem nâo sabe lutar.
Descobre a vida, narra-a quem nâo sabe entendê-la.
Toma a esperanza e vive na sua luz.
Toma a bondade e dá-la a quem nâo sabe dar.
Descobre o amor, fá-lo conhocer ao mundo.


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martes, 10 de marzo de 2009

A mi Madre. 6 de Octubre de 1926 - 10 de Marzo de 1997.

Es muy temprano, aún está oscuro,
En el cielo brilla todavía el lucero,
La noche se despide somnolienta y cansada.
Duermen los pájaros en sus nidos,
Arrullados por el murmullo del silencio,
Y yo sueño... Y mi madre duerme su sueño,
Y es injusta la muerte, y muy bella la vida,
Y yo sueño que la tengo, y no quiero despertar...

No llegó a tener el pelo blanco...
Ni las manos arrugadas...
Ni los signos de la vejéz...
Era agil todavía...
Yo la lloro, la siento, la extraño...
Pero se fue igual,en silencio,
Calladita, insignificante para todos...
Pero inmensa e irremplazable para mi.


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Derechos protegidos.

jueves, 29 de enero de 2009

Poema del renunciamiento. Autor José Angel Buesa.

Pasarás por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar,
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.

Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas del mar,
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te giga al oido
esas frases que nadie como yo te dirá;
y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un dia una lágrima denuncia mi tormento
-el tormento infinito que te debo ocultar-
te diré sonriente: "No es nada... Ha sido el viento."
Me enjugaré la lágrima... ¡ y jamás lo sabrás !