lunes, 29 de septiembre de 2008

Certezas. Mario Quintana. Autor.

Näo quero alguém que morra de amor por mim...
Só preciso de alguém que viva por mim, que queira
estar junto de mim, me abraçando.
Näo exijo que esse alguém me ame como eu o amo,
quero apenas que me ame, näo me importando que
intensidade.
Näo tenho a pretensäo de que todas as pessoas que
gosto, gostem de mim...
Nem que eu faça a falta que elas me fazem, o importante
pra mim é saber que eu em algum momento, fui insubstituível...
E que esse momento será inesquecivel... Só quero que meu sentimento seja valorizado.
Quero sempre poder ter um sorriso estampando em meu rosto, mesmo quando a situaçao
näo for muito alegre...
E que esse meu sorriso consiga transmitir paz para os que estiverem ao meu redor.
Quero poder fechar meus olhos e imaginar alguém...E poder ter absoluta certeza de
que esse alguém também pensa em mim quando fecha os olhos, que faço falta quando
näo estou por perto.
Queria ter a certeza de que a pesar minhas renúncias e loucuras, alguém me valoriza
pelo que sou, näo pelo que tenho.
Que me veja como um ser humano completo, que abusa demais dos bons sentimentos
que a vida lhe proporciona, que dë valor ao que realmente importa, que é meu sentimento...
e näo brinque com ele.
E que esse alguëm me peça para que eu nunca mude, para que eu nunca cresça, para que
eu seja sempre eu mesmo.
Näo quero brigar com o mundo, mas se um dia isso acontecer, quero ter forças suficientes
para mostrar a ele que amor existe...
Que ele é superior ao odio e ao rancor, e que näo existe vitória sem humildade e paz.
Quero poder acreditar que mesmo se hoje eu fracassar, amanhä será outro dia, e se
eu näo desistir dos meus sonhos e propósitos, talvez obterei éxito e serei plenamente
feliz.
Que a esperança nunca me pareça um NÄO que a gente teima em maquiá-lo de verde
e entende-lo como SIM.
Quero poder ter a liberdade de dizer o que sinto a uma pessoa, de poder dizer a alguém
o quanto ele é especial e importante pra mim, sem ter de preocupar com terceiros...
Sem correr o risco de ferir uma ou mais pessoas com esse sentimento.
Quero, um dia, poder dizer ás pessoas que nada foi em väo...
Que o amor existe, que vale a pena se doar ás amizades e ás pessoas, que a vida é bela sim,
e que eu sempre dei o melhor de mim... e que valeu a pena.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Del libro del desasosiego. Bernardo Soares. Heterónimo de Fernando Pessoa.

Todo en mí tiende a ser otra cosa; una impaciencia del alma consigo misma, como ante un niño latoso; un desasosiego creciente y siempre igual...

Oigo caer el tiempo, gota a gota, y ninguna gota que cae, se oye caer.

Tengo hambre de la extensión del tiempo, y quiero ser yo sin condiciones.

Lo que sobre todo hay en mí es cansancio, y aquel desasosiego que es gemelo del del cansancio, cuando éste no tiene más razón de ser que la de estar siendo.

Siento un recelo íntimo de los gestos que podría esbozar; una timidés intelectual provocada por las palabras que podría decir.

Todo me resulta frustrante por anticipado.

El hastío insoportable de todas estas caras, emblemas de la inteligencia o de su falta, grotescas hasta la náusea de tan felices o infelices, horrorosas porque existen, marea apartada de las cosas vivas que me son ajenas...

* * * *

sábado, 6 de septiembre de 2008

De "Versos sencillos." José Martí. Autor.


Cultivo una rosa blanca,
En julio como en enero,
Para el amigo sincero
Que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
El corazón con que vivo,
Cardo ni ortiga cultivo:
Cultivo una rosa blanca.
***

De "Versos sencillos" José Martí. Autor.



Si ves un monte de espumas,

Es mi verso lo que ves:

Mi verso es un monte, y es

Un abanico de plumas.



Mi verso es como un puñal

Que por el puño echa flor:

Mi verso es un surtidor

Que da un agua de coral.



Mi verso es de un verde claro

Y de un carmín encendido:

Mi verso es un ciervo herido

Que busca en el monte amparo.



Mi verso al valiente agrada:

Mi verso, breve y sincero,

Es del vigor del acero

Con que se funde la espada.



Si quieren que de este mundo

Lleve una memoria grata,

Llevaré, padre profundo,

Tu cabellera de plata.



Si quieren, por gran favor,

Que lleve más, llevaré

La copia que hizo el pintor

De la hermana que adoré.



Si quieren que a la otra vida

Me lleve todo un tesoro,

¡Llevo la trenza escondida

Que guardo en mi caja de oro.!

.....................................................

Yo quiero salir del mundo

por la puerta natural,

en un carro de hojas verdes

a morir me han de llevar.

No me pongan en lo oscuro

a morir como traidor.

Yo soy bueno, y como bueno

¡ moriré de cara al sol!

...................................................

¡Penas!¿ Quién osa decir

Que tengo yo penas? Luego,

Después del rayo y el fuego,

Tendré tiempo de sufrir.



Yo sé de un pesar profundo

Entre las penas sin nombres:

¡La esclavitud de los hombres

Es la gran pena del mundo.!



Hay montes, y hay que subir

Los montes altos; ¡ después

Veremos, alma, quién es

Quien te me ha puesto al morir.!

........................................................

¿Qué importa que tu puñal

Se me clave en el riñón?

Tengo mis versos, que son

Más fuerte que tu puñal.



¿Qué importa que este dolor

Seque el mar y nuble el cielo?

El verso, dulce consuelo,

Nace alado del dolor.

......................................................

Ya sé: de carne se puede

Hace una flor: se puede,

Con el poder del cariño,

Hacer un cielo y un niño.



De carne se hace también

El alacrán; y también

El gusano de la rosa,

Y la lechuza espantosa.

* * *

José Martí

jueves, 4 de septiembre de 2008

De "Versos sencillos". José Martí. Autor.

Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.

Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes;
en los montesm monte soy.

Yo sé los nombres extraños
de las hierbas y las flores,
y de mortales engaños
y de sublimes dolores.

Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza.

Alas nacer vi en los hombros
de las mujeres hermosas:
y salir de los escombros,
volando las mariposas.

He visto vivir a un hombre
con el puñal al costado,
sin decir jamás el nombre
de aquella que lo ha matado.

Rápida como un reflejo,
dos veces vi el alma, dos:
cuando murió el pobre viejo,
cuando ella me dijo adiós.

Temblé una vez- en la reja
a la entrada de la viña-
cuando la bárbara abeja
picó en la frente a mi niña.

Gocé una vez-de tal suerte
que gocé cual nunca- cuando
la sentencia de mi muerte
leyó el alcalde llorando.

Oigo un suspiro, a través
de las tierras y del mar,
y no es un suspiro, es
que mi hijo va a despertar.

Si dicen que del joyero
tome la joya mejor,
tomo un amigo sincero
y pongo a un lado el amor.

Yo he visto el águila herida
volar al azul sereno
y morir en su guarida
la víbora del veneno.

Yo sé bien que cuando el mundo
cede, lívido, al descanso,
sobre el silencio profundo
murmura el arroyo manso.

Yo he puesto la mano osada,
de horror y júbilo yerta,
sobre la estrella apagada
que cayó frente a mi puerta.

Oculto en mi pecho bravo
la pena que me lo hiere;
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere.

Todo es hermoso y constante,
todo es música y razón,
y todo, como el diamante,
antes que luz es carbón.

Yo sé que el necio se entierra
con gran lujo y con gran llanto,
y que no hay fruta en la tierra
como la del camposanto.

Callo, y entiendo, y me quito
la pompa del rimador:
cuelgo del árbol marchito
mi muceta de doctor.