sábado, 20 de septiembre de 2014

Irena Sendler. El Angel de Varsovia.

"No se plantan semillas de comida, se plantan semillas de bondades. Traten de hacer un circulo de bondades, estas rodearan y las harán crecer más y más." Irena Sendler.

Irena Sendler nació el 15 de febrero de 1910 en Otwock, al sur de Varsovia, adonde se trasladó con su familia. Era hija única. A los siete años vio morir a su padre, médico, de tifus. Se había contagiado empeñado en atender a los pobres, los más afectados por la epidemia, muchos de ellos judíos.  "Aunque no sepas nadar, si ves a alguien que se ahoga, lánzate a salvarlo", le dijo poco antes de morir. Así, aprendió que lo más importante es el amor y la compasión por el ser humano, sin distinciones. En sus propias palabras, "la razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad." Cuando Alemania invadió Polonia en 1939, Irena era enfermera en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, que llevaba los comedores comunitarios de la ciudad. Allí trabajó incansablemente para aliviar el sufrimiento de miles de personas tanto judías como católicas.
Gracias a ella, estos comedores no sólo proporcionaban comida para huérfanos, ancianos y pobres , sino que además entregaban ropa, medicinas y dinero. En 1942 los nazis crearon un ghetto en Varsovia e Irena, horrorizada por las condiciones en que se vivia allí, se unió al Consejo para Ayuda de Judíos, Zegota, ella misma cuenta, " conseguí, para mi y mi compañera Irena Schultz, identificaciones de la oficina sanitaria, una de cuyas tareas era la lucha contra las enfermedades contagiosas. Más tarde tuve éxito en conseguir pases para otras colaboradoras. Como los alemanes invasores tenían miedo de que se desatara una apidemia de tifus, toleraban que los polacos controlaramos el recinto."
Cuando Irena caminaba por las calles del ghetto, llevaba un brazalete con la Estrella de David, como signo de solidaridad y para no llamar la atención sobre sí misma. Pronto se puso en contacto con familias a las que ofreció llevar a sus hijos fuera del ghetto, pero no les podía dar garantías de éxito. Era un momento horroroso, debía convencer a los padres de que le entregaran a sus hijos y ellos le preguntaban: "¿Puedes prometerme que mi niño vivirá?" ¿Qué se podía prometer cuándo ni siquiera se sabía si lograrían salir del ghetto? lo único cierto era que los niños morirían si permanecían en él. Las madres y las abuelas eran reticentes a entregar a sus niños, algo absolutamente comprensible pero que resultó fatal para todos. Algunas veces, cuando Irena o sus chicas volvían a visitar a las familias para intentar hacerles cambiar de opinión, se encontraban con que todos habían sido llevados al tren que los conduciría a los campos de la muerte.
A lo largo de un año y medio, hasta la evacuación del ghetto en el verano de 1942, consiguió rescatar a más de 2.500 niños por distintos caminos: ella y sus colaboradoras  (casi todas eran mujeres) sacaban a los niños, a veces de meses, escondidos en sacos, en cajas, bajo la camilla de las ambulancias, hasta en ataúdes. Los mayores salían por las alcantarillas, por agujeros en los muros o aprovechando una iglesia que quedaba mitad en el ghetto y mitad en la "zona aria", les enseñaba unas plegarias católicas, y entraban por una puerta como niños judíos y salían por la principal como niños católicos.
Irena vivía los tiempos de la guerra pensando en los tiempos de la paz. Por eso no le alcanzaba con mantener con vida a esos pequeños. Quería que un dia pudieran recuperar sus verdaderos nombres, su identidad, sus historias personales, sus familias. Entonces ideó un archivo en el que registraba los nombres de los niños y sus nuevas identidades.
Los nazis se enteraron de sus actividades, y el 20 de octubre de 1943, Irena Sendler fue detenida por la
Gestapo y llevada a la infame prosión de Pawiak donde fue brutalmente torturada. En un colchón de paja encontró una estampita ajada de jesús Misericordioso con la leyenda: "Jesús en vos confío" la conservó consigo hasta el año 1979, momento en que se la obsequió a Juan Pablo II.
Aunque era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos, soportó la tortura y se negó a traicionar a sus colaboradores o a cualquiera de los niños ocultos Le quebraron los pies y las piernas,vivió años en silla de ruedas, debido a las torturas Pero nadie pudo quebrar su voluntad. Fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecucuón, un soldado alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le gritó en polaco"¡Corra!". Al dia siguiente halló su nombre en la lista de los polacos ejecutados, los miembros de "Zegota" habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes. Irena continuó trabajando con una identidad falsa, en la clandestinidad.
En 1944, durante el Levantamiento de Varsovia, colocó sus listas en dos frascos de vidrio y los enterró en el jardín de su vecina, para asegurarse que llegarían a las manos indicadas si ella moría. Al finalizar la guerra, Irena misma los desenterró y le entregó las notas al Dr. Adolfo Berman, el primer presidente del Comité de salvamento de los judíos sobrevivientes. Lamentablemente la mayor parte de las familias de los niños había muerto en los campos de concentración nazis. En un principio los chicos que no tenían familia adoptiva fueron cuidados en diferentes orfanatos y poco a poco se los envió a Palestina.
Los niños sólo conocían a Irena por su nombre clave "Jolanta". Pero años más tarde cuando su foto salía en un periódico tras ser premiada por sus acciones humanitarias durante la guerra, un hombre, un pintor, la llamó por teléfono y le dijo: "Recuerdo su cara. Usted es quien me sacó del ghetto". Y así comenzó a recibir muchas llamadas y reconocimientos. En 1965 la Organización Yadvashem en Jerusalén le otorgó el titulo de Justa entre las Naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel. El comunismo silenció su labor porque, además de antinazi, también era anticomunista.. Pero en noviembre de 2003 el Presidente de la República, Aleksander Kwasniewski, le otorgó la más alta distinción civil de Polonia: la Órden del Águila Blanca. Irena falleció el 12 de mayo de 2008, después de haber sido propuesta para el Nobel de la Paz, galardón que finalmente obtuvo Al Gore.
Se rodó una película sobre su vida, "Los niños deIrena Sendler". El guión está basado en el libro de Anna Mieszkovskoy,
"Madre de los niños del Holocausto- la historia de Irena Sendler".
Siempre renunció a verse como una heroína, y se sentía mal ser la última sobreviviente de los pocos católicos polacos que ayudaron a los judíos en la invasión nazi. "Merecian los homenajes tanto o más que yo".
"Podría haber hecho más, y este lamento me seguirá hasta el dia en que yo muera".


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Fuente:espiraldeluna.wordpress.com

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